Mali es uno de los países más pobres del mundo y desde 2012 atraviesa una grave crisis socio-política, especialmente en las regiones septentrionales y centrales del país donde estamos presentes, que afecta a 12,9 millones de personas. En la actualidad, más de 1300 escuelas están cerradas, privando a miles de niños del acceso a la enseñanza.

Nuestra intervención

Trabajamos en favor de los grupos de población más vulnerables para garantizar la seguridad alimentaria, la protección de la infancia y el acceso a la enseñanza en las regiones más golpeadas por la crisis.

Damos apoyo tanto a los desplazados internos como a las comunidades de acogida mediante la creación de redes de seguridad social y ayuda económica a las familias más pobres. A través de la creación de espacios a medida de los niños y el acceso a la enseñanza, garantizamos el derecho a la educación y un lugar seguro al mayor número de estudiantes posible.